miércoles, 22 de abril de 2009

Adios a una inexistencia...

Desconcertada y triste ante tan inesperada despedida. Desepcionada y furiosa con aquellos labios inquietos, con aquella voz irritante. Sin poder entender nunca cómo dejaron volar tantos sueños, tantas emociones, tantas experiencias. Sin poder creer la maldad y la envidia ante tan valiosos recuerdos.
Hay una lección detras de este adios. Si sus labios se llenaron de palabras absurdas y perversas con tantos otros... no entiendo por que razon, sentí que era especial. Quizas, porque creí que me queria.